y no se puede reemplazar,
es noble, cariñoso y loable
y siempre lo debes cuidar.
Lo debes cuidar como un tesoro,
un tesoro que te cuidó al nacer
y cuando tienes uno propio
lo cuidas con tu diario hacer.
Ahí saben lo mucho que te esfuerzas
desde el alba hasta el ocaso,
ahí compartes alegrías y penas
desde triunfos hasta fracasos.
Ahí te extrañan, te recuerdan
y un gran cariño te muestran,
ahí todos los días te esperan
te bendicen, te abrazan y te besan,
Es un valor que llevas en las venas
transmitido por generaciones enteras
desde tus ancestros, abuelo y abuela
y desde antes que ellos existieran.
Invaluable en su valor,
corpórea y sanguínea,
es dar y recibir amor,
es tu valiosa familia.
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