son hijos de Dios terrenales,
ángeles vivos y mortales,
llenos de virtud y genialidades.
Dios a imagen y semejanza
en ángeles como personas,
caminando bajo su semblanza
y proyectando su divina forma.
Ángeles en libre albedrío
para que escojan su camino
y fluyan como un río
en su camino escogido.
Somos ángeles todos al nacer,
desde la niñez hasta la vejez,
pero pocos de esa manera lo ven,
pocos asumen la divinidad de su ser.
Somos ángeles mortales
corpóreos y divinos,
y como ángeles mortales
es la vida que vivimos…
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