con deudas abarrotadas
penas a cada instancia
y sobreviviendo con migajas.
No hay dinero ni trabajo
solo una enorme frustración…
¡Dios y ahora qué hago
si aún me late el corazón!
He ahí la respuesta:
tiene vida tu corazón,
la vida no es un problema
si la vida es la solución.
Porque mientras haya vida
habrá una solución,
no hay problema sin salida
y no hay salida sin corazón.
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