miércoles, 7 de agosto de 2019

LA LUZ DEL INICIO

Intoxicado y golpeado
y en un colchón botado
era un vivo estropajo
casi muerto y abandonado.

Y entonces una luz
entró por la ventana
era una cálida luz
que me acarició el alma.

Esa luz fue una señal
y me hizo despertar, 
me hizo ver que más allá
había un inicio y no un final.

Dedicado a mi gran amigo Jonathan Centeno.

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